LUZ E NTRUSOS | LIGHT & INTRUDERS
Hay que escapar de la cripta de los deseos y desenmarañar del ego lo que quede de carácter para reconsiderar qué es lo que nos importa. Apelar a la hondura del corazón humano.
En lugar de Macrouniverso (vida), elegimos microtecnología (comercio)… Alegatos no faltan, calmos o beligerantes. Por más alto o más veces que se diga, la lucha está perdida de antemano.
Tomar la Naturaleza como un derecho y no como un privilegio a proteger trae consigo la devastación del mundo. Ya nadie sufre por lo bello, por su necesidad.
Lo que nos identifica y lo que nos une es la capacidad de amar, la capacidad de asombrarnos.
El insensible paso del deleite ocioso a la efervescencia de la significación; purga de incontables duermevelas. Satisfacción sublimada por la calma. Plenitud ajada por la huella del Ecce Homo. El Gran Detentador justifica sus irremediables actos —dado que hoy equivocación es divergencia— y éstos se insertan en la normalidad con mano invisible.
Décadas de si «gusta por que es bello o es bello porque gusta» han provocado extravíos hacia lo artificioso y soñadores de desvíos a lo natural.
Pocas esperanzas restan a estos últimos.
Sin otro cielo a la vista que el que me sirve como objeto, sigo capturando la luz por sus atardeceres.